BIEL CAPÓ. CALA BONA. Ayer se levantó la veda para la pesca del verderol en aguas de Mallorca y Menorca. De esta forma se inició la temporada de pesca de los ejemplares juveniles de serviola, seriola dumerili. Muchas fueron las barcas de pescadores aficionados que salieron de los puertos para intentar capturar los primeros ejemplares que este comienzo de temporada aparentan no ser muy abundantes, al igual que ocurriera en la anterior campaña donde las capturas fueron escasas.
La pesca del juvenil de la serviola se realiza mediante la modalidad de fluixa. En esta modalidad, la embarcación navega a poca velocidad, y sin detenerse tira de dos cañas situadas a ambos lados con un señuelo, que puede ser de diversas variedades: una imitación en plástico de un pez pequeño, una placa brillante cuya silueta recuerda a la forma de un pescado, unas pequeñas plumas de ave, preferiblemente de la zona lumbar cercana a la cola del gallo, atadas estratégicamente alrededor de un anzuelo, o incluso cebo natural. Este señuelo tirado de la embarcación navegará no muy lejos de la superficie y surcando el agua hasta dar con un banco de verderols, que al picar provocará que el pescador realice varias vueltas con la embarcación sobre el mismo lugar de la captura. En la pesca profesional estos ejemplares son capturados con redes.
Este mes de septiembre coincide la pesca de las tres variedades típicas de Mallorca: la del raor, la del verderol y la de la llampuga. Esta última es la más semejante en su captura, ya que la modalidad de pesca es la misma. Pero sólo la llampuga tiene un evento gastronómico propio, el de la Mostra de la Llampuga que cada año se celebra en Cala Rajada y que en esta edición de 2008 se celebrará el próximo doce de octubre. A pesar de que los platos culinarios cocinados con el verderol pasan mayoritariamente por la plancha, se puede preparar de muchas maneras, incluso a semejanza de la llampuga, cocinado con pimientos.
Fuente