jueves, 9 de octubre de 2008

Greenpeace pide el cierre de las centrales de carbón por sus emisiones de CO2

Lunes 06 de octubre de 2008


Greenpeace ha pedido hoy el cierre de las centrales térmicas de carbón en España porque producen el 15 por ciento de las emisiones totales de dióxido de carbono (CO2), porque "no son rentables" y porque en 24 años tendrán que cerrarse por falta de carbón "si no reciben ayudas adicionales".

EFE La organización ecologista ha presentado, simultáneamente en Madrid y Oviedo, el informe "El carbón en España, un futuro negro", en el que explica que esta materia prima es la primera responsable del cambio climático respecto a la energía producida, porque las 22 centrales españolas proporcionan "sólo" un 23 por ciento de energía eléctrica y emiten el 64 por ciento de las emisiones de este sector.

José Luis García, responsable de energía de Greenpeace España, ha explicado que en los últimos seis años el precio del carbón se ha duplicado y el consumo ha aumentado un treinta por ciento.

Además, la minería es la actividad profesional con mayor riesgo laboral, con una frecuencia de muertes por hora trabajada cinco veces superior a la media y tres veces más alta en el caso de las bajas laborales.

El estudio asegura que las centrales españolas se encuentran obsoletas, con una media de 30 años de edad y una vida útil restante de unos 10, y, además, solo quedan reservas del carbón más utilizado (hulla y antracita) para 24 años.

Esta industria recibirá 2.337 millones de euros por el plan de Reactivación de las Comarcas Mineras entre 2009 y 2012, cantidad que supera las primas destinadas a las energías renovables, según el responsable de energía de Greenpeace.

El dinero destinado a subvencionar el carbón en dos años equivale a lo que costaría financiar proyectos eólicos que generarían la misma cantidad de electricidad.

Los ecologistas no se han mostrado en contra de que parte de ese dinero (214.000 euros al año por empleo salvado) se destine a la reconversión industrial, que afectaría a cinco mil trabajadores, pero sí se oponen a que sirva para sufragar la quema del carbón.

José Luis García ha añadido que si va a haber reducciones de plantilla, Greenpeace quiere que "se hagan lo antes posible".

El director de la organización en España, Juan López de Uralde, ha explicado que el Gobierno se equivoca al considerar este material como una fuente de energía estratégica para combatir los precios del mercado con producción propia, puesto que el sol, el viento o el mar son más eficientes.

Mañana se debate en el Parlamento europeo una normativa sobre las emisiones de CO2 para 2012 y los ecologistas abogan por que en ella se deje de apoyar este combustible y las concesiones de derechos de emisión se subasten, ya que en la actualidad se asignan de forma gratuita.

España importa más del 60 por ciento del carbón que consume y los países más productores del mundo son, según Greenpeace, los que más se oponen a un acuerdo para tomar medidas contra el cambio climático: Estados Unidos, Rusia, China y Australia.

La organización ha asegurado que para el año 2050 se podría abastecer el cien por cien de la demanda de electricidad con fuentes renovables, un sector en el que trabajan actualmente 188.000 personas.

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