El color del agua depende de la absorción y dispersión de la luz, la profundidad, la arena, las algas y la materia en suspensión
FRANK FELDMEIER. PALMA/TRADUCCIÓN: D. GÜRTLER No sólo desde el aire se le presentan al observador unos juegos de colores preciosos mirando al mar en Mallorca. Azul claro, más oscuro, y azul oscuro - el agua presenta todos los matices. ¿Por qué esto es así? Nos dirigimos al Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, Imedea, en Esporles. El oceanógrafo Gotzon Basterretxea supo la respuesta: el color del mar lo determina el efecto mezclado de reflejos, dispersión y absorción de la luz. También su profundidad, la arena, las algas y las materias en suspensión influyen en el color.
Cuando Gotzon Basterretxea describe la playa de es Trenc, no suenan palabras como "arena fina", "brisa suave" u "horizonte infinito". El oceanógrafo, colaborador del Imedea, más bien habla de la interacción entre la luz y las materias sólidas, de ondas electromagnéticas y de la absorción de la luz. Con estas otras palabras explica porqué el agua es de color turquesa.
Lo que cualquier niño puede observar, se complica al formular la pregunta del porqué. Desde el punto de vista físico, detrás de lo que nosotros registramos como color, se encuentran ondas electromagnéticas de entre 380 y 750 nanómetros de longitud -el espectro visible para los humanos, y que asimismo también hace visible un arco iris.
La luz choca con el agua en principio transparente. Lo mismo dicho de otro modo: la radiación electromagnética choca con átomos y moléculas. La luz solar, vista por el hombre de color blanco, es filtrada y ciertas longitudes de onda le son sustraídas.
El color del mar es determinado por efectos interrelacionados como el reflejo, la dispersión y la absorción de la luz. El agua parece azul, por ejemplo, porque en ella se refleja el color del cielo -rayos de luz, que llegan a la superficie del agua son reflejados, lo que significa, que su dirección es modificada.
Pero para que el agua se vea de color turquesa, deberán actuar más efectos físicos, como explica Basterretxea: si un rayo de luz choca con el agua, cuanto más largo sea el trayecto, más absorción de partículas rojas, que son absorbidas por moléculas de agua y convertidas en calor. En cambio las partículas azules son dispersadas, es decir, los rayos son reflejados en la superficie hacia todas las direcciones. Por ello, al bucear, desaparecen a mayor profundidad primero los tonos rojos, luego los amarillos y verdes, y sólo al final, los azules. "Los buceadores no ven las estrellas de mar de color rojo en el fondo del mar", dice Basterretxea.
La paleta de colores del agua
Ahora les toca el turno a la profundidad del agua y a la arena: la blancura de la arena de es Trenc es responsable de un fondo marino relativamente potente en reflexión. Esto produce que mucha luz dispersada vuelva a partir del agua, lo que conlleva una impresión de un color más intenso. La razón: dada la poca profundidad del agua, justo la cantidad de luz, de cuyo espectro fueron filtradas las partículas rojas, es reflejada en la dosis correspondiente. Hay que añadir que el agua de es Trenc es especialmente transparente, y de ahí, que el fondo marino refleje muy bien la luz. "Hay pocas algas y apenas sedimentos en el agua", explica Basterretxea.
En la paleta de colores del agua los sedimentos también juegan su papel. Los ríos arrastran sedimentos al mar y consiguen así una coloración entre amarilla y marrón en el área de la desembocadura. Los organismos además aportan sus propios colores: el mar cambia de color cuando hay abundancia de algas en él. Los organismos que contienen clorofila, pertenecientes al fitoplancton, son los encargados del tono verde, determinadas especies de algas en un tono rojo, como por ejemplo las que hay en el Mar Rojo.
En las costas de Mallorca, éstos efectos son más bien raros, pero aun así visibles a veces. El agua en la cala de Port de Sóller asusta alguna que otra vez a los bañistas con una tonalidad verde amarillenta. La culpa la tiene el fitoplancton -microorganismos, que se multiplican mucho en un agua sin corrientes y de temperatura templada. Además, tienen un papel los nutrientes, como el nitrógeno o el fósforo, los cuales favorecen el crecimiento de las algas.
En cambio, en la playa de es Trenc el agua es transparente -quién se encuentra de pie con el agua hasta las rodillas, en vano buscará el efecto del color turquesa. La interacción de las moléculas de agua con los rayos de luz es muy floja en poca profundidad -y poca cantidad de agua se quedará incolora, aunque se encuentre en la playa de es Trenc.
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