miércoles, 29 de octubre de 2008

Retorno a la isla de los tesoros marinos de Cala Sant Vicenç

Martes 08 de abril de 2008

Los restos del pecio griego hallados en 2002 en Pollença vuelven este mes de Girona para exponerse en el Museo de Mallorca

M. ELENA VALLÉS. PALMA. Las piezas de la embarcación griega halladas en 2002 en Cala Barques, una pequeña ensenada perteneciente a Cala Sant Vicenç, se trasladarán este mes desde el Centre de Arqueologia Subacuàtica de Catalunya al Museo de Mallorca.
Los restos, que se fueron extrayendo durante dos campañas de trabajos arqueológicos que se ejecutaron en el año 2002 y 2004, han sido restaurados y estabilizados en este centro de Girona que está suscrito al Museo de Arqueologia de Catalunya.
El departamento de Patrimonio del Consell de Mallorca dictaminó favorablemente el pasado día 31 de marzo el traslado de todas estas piezas al Museo de Mallorca. Su regreso está pendiente de aprobación en la próxima reunión de comisión. A continuación, se procederá a contratar una empresa de transportes para que traiga los vestigios helénicos hasta el museo.
Algunos de los restos hallados durante las campañas de extracción subacuática ya se remontaron y restauraron en la isla. Tanto es así que alguna de ellas ya luce en el Museo de Mallorca, como es el caso del símpulum que se encontró durante la primera campaña de 2002. Esta pieza es una especie de cucharón que usaban los sacerdotes durante los sacrificios. Aparece asociado al lituus (el bastón curvado de los augures) y al jarro para las libaciones, que es la acción de derramar vino sobre los altares.
Los restos extraídos durante la primera campaña ya se mostraron al público en una pequeña exposición en Pollença. Los vestigios están formados sobre todo de fragmentos de piezas de vajilla, como platos o morteros, de estilo rústico.
Durante la segunda campaña, ejecutada dos años después y en una nueva legislatura, se hallaron más piezas, como por ejemplo un molde joyas.
Durante estos años, el Centre de Arqueologia de Catalunya ha estabilizado sobre todo cerámicas, metales y algún elemento orgánico subacuático. La mayoría de estos tesoros submarinos están conformados por piezas bastante pequeñas y muy fragmentadas.
La importancia del descubrimiento estriba sobre todo en que éste es el único pecio griego que se ha encontrado en la isla y del que se podrán hacer estudios. Por lo que parece se trata de un barco que contaba con una estructura muy especial puesto que estaba construidos a partir de maderas ligadas y cosidas entre sí.
Por lo que hasta ahora se ha podido descubrir, se sabe que, puesto que en la isla no hay ningún antecedente de asentamiento griego, los navegantes de esas tierras helénicas debían pasar por la isla, tirando millas, para dirigirse a otros lugares. Este barco, encontrado en los fondos submarinos de Pollença, no tuvo tanta suerte de llegar a su destino y naufragó.
El hallazgo de la embarcación fue realizado fortuitamente por la escuela de buceo Los Pingüinos de Cala Sant Vicenç el mes de mayo de 2002. El temporal del pasado noviembre del mismo año había dejado al descubierto los restos del pecio. Junto a él se hallaron también algunas ánforas, trozos de cerámica, así como un clavo de grandes dimensiones que se supone que pertenecía al casco de la nave.
Para controlar las excavaciones subacuáticas realizadas en esta zona, el Consell de Mallorca firmó en julio de 2002 un convenio con la Generalitat de Catalunya. En este acuerdo se establecía la sistematización de la intervención arqueológica de las aguas. El Centre de Arqueologia Subacuàtica de Catalunya aportó el Thetis para realizar los trabajos.

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