Astilleros Mallorca construía hace más de tres décadas barcos que aún hoy navegan como el ´Ibaizabal Tres´
MANUEL R. AGUILERA. PALMA. Recientemente hizo escala en Palma el remolcador de altura Ibaizabal Tres, un buque que fue construido en los Astilleros Mallorca hace casi treinta y cuatro años, y si los datos no fallan, es su primera visita desde entonces, curiosamente atracó en el muelle viejo, muy cerca de las gradas que lo vieron nacer.
El barco constituye uno de los pocos ejemplos aún a flote de lo que fue antaño la construcción naval de buques mercantes en el puerto palmesano.
Centrándonos en los buques con casco de acero, su construcción se inició en Mallorca en los antiguos Astilleros Palma, fundados después de la Guerra Civil y situados en sa Pedrera en el Terreno, de allí salieron remolcadores, gánguiles, buques frigoríficos; diferentes costeros, entre ellos las diferentes series para la Naviera Mallorquina como las del Cala Blanca, Cala Pedrera, Cala Morlanda, etc. Seguro que muchos recuerdan el puente metálico que había en pleno Paseo Marítimo que en caso de alguna botadura o de tener que sacar algún barco para reparar, se abría, impidiéndose la circulación mientras tanto.
Posteriormente se constituyó Astilleros Mallorca, situados en el Mollet, cuyo primer buque fue el Cala Deya, que se había iniciado en los astilleros Palma pero se terminó en los nuevos. A partir de aquí fueron muchos los barcos que nacieron en sus gradas, como la famosa serie de rolones Cala D´or, Cala Marsal y Cala Llonga, y más tarde los Puente Canario y Puente Balear; gaseros como el Ramón Biosca o el Butaonce, el mayor buque jamás construido en la isla; petroleros como el Mencey; ferrys como el Isla de Mallorca; portacontenedores como el Suecia, el Noruega y el Dinamarca; hasta un buque hospital, el Esperanza del Mar, que realmente fue la reconversión del todavía sin terminar portacontenedores Andalucía; barcazas para aprovisionamiento de buques como el Campero y el Campeche; dragas; diferentes tipos de pesqueros y un maravilloso velero de tres palos, el Jessica.
Pero los tiempos cambiaron y llegaron las reconversiones, por lo que el astillero mallorquín dejó de hacer nuevas construcciones y desde hace unos años se dedica básicamente a la reparación y mantenimiento de yates.
El Ibaizabal Tres es la expresión de la calidad de las construcciones de lo que fue la primera industria pesada en Mallorca.
El buque, que como ya se ha dicho, fue entregado en octubre de 1974 a la compañía de remolcadores Ibaizabal de Bilbao, pertenece a una serie de cuatro buques calificados en su momento de remolcadores de altura-antipolución. Dos fueron construidos en los Astilleros Celaya de Bilbao, el Ibaizabal Uno e Ibaizabal Cuatro, mientras que el Ibaizabal Dos y el Ibaizabal Tres lo fueron en Astilleros Mallorca.
Son buques de 427 toneladas de registro, 37,7 metros de eslora y 10,2 de manga, tienen una tracción a un punto fijo de 55 toneladas, y en su extensa vida han intervenido en multitud de remolques e incidencias en la mar. En los últimos tiempos ha estado destinado en la zona de Galicia, pero con la incorporación de nuevas unidades ha sido desplazado al Mediterráneo y hemos podido volverlo a ver en nuestras aguas.
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