P. CÓRCOLES. CAN PICAFORT. El ministerio de Medio Ambiente ha procedido al cerramiento de la zona dunar de Es Comú (Muro) y de la Playa de Can Picafort. Para este cerramiento ha usado postes de madera y cuerdas. El objetivo inmediato es evitar el paso de usuarios de las playas sobre las dunas y así impedir que se deterioren.
Para frenar el natural traslado de arena que efectúa el viento, sobre todo cuando la vegetación ha desaparecido, se han colocado pequeñas barreras de cañizo en puntos diseminados y a modo de parapeto. Dichas barreras ofrecen un impacto visual menor sobre el paisaje al ser de un material autóctono y degradable como es la caña salvaje. De todas formas, Celestí Alomar, director del departamento de Costas, precisa que "el plan piloto que se desarrolla contempla que en invierno se coloquen más paneles y que en verano se dejen los imprescindibles. La idea es combinar la preservación con la utilización de un recurso natural, la playa, que es la materia prima de nuestra industria turística".
Alternativa
El ministerio de Medio Ambiente busca una alternativa a la regeneración artificial de playas; actuaciones que suponen un elevado coste económico y medioambiental al extraer la arena de fondos marinos.
Las barreras de cañizo, o captadores de arena, sirven para acumular este material. Alomar explica que "cuando se observa una acumulación lo que se hace es proceder a plantar vegetación propia de las dunas en ese lugar. De esa forma se consigue que las plantas fijen el suelo y ya no sea necesaria la barrera de cañizo.
Pero para que todo este trabajo no caiga en saco roto es preciso impedir el paso de seres humanos y vehículos sobre las dunas. Precisamente ese elevado trasiego es históricamente el causante del deterioro de las dunas naturales. Al ser muy transitadas se llegan a romper y a abrirse senderos entre ellas.
Accesos
Costas ha instalado pasarelas de madera en lugares estratégicos para el acceso desde la zona residencial o de hoteles a la playa. Las zonas intermedias entre esas pasarelas se han acotado con postes de madera y cuerdas como ya se ha mencionado. Además de ello se ha reforzado con señales verticales, parecidas a las de circulación en la que se observa la silueta barrada de una persona andando; es decir, una señal de prohibido el paso de peatones.
Las pasarelas peatonales instaladas se han colocado elevadas en varios casos para evitar que ofrezcan una barrera a la regeneración dunar que se pretende. Celestí Alomar sostiene que "se trata de una prueba piloto, que en Menorca está más avanzada que aquí, pero que dentro de dos o tres años mostrará unos resultados que esperamos que sean elevadamente positivos".
Las zonas de Es Comú y Can Picafort son históricamente conflictivas por lo que se refiere a la conservación de sus playas. Se ha demostrado que pierden arena en la misma proporción en que crecen las playas de Alcúdia. El Gobierno intenta ahora evitar la erosión para reducir ese fenómeno.
El coste de los trabajos ha sido de 368.276 euros.
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