jueves, 16 de octubre de 2008

El último atún rojo

Martes 25 de marzo de 2008

pesca atún
R. FERRIOL / J. SIERRA. PALMA. En 2000, las "almadrabas al revés", situadas en el Estrecho capturaron cerca de un millar de ejemplares de atún rojo que abandonaba el Mediterráneo tras cumplir su función reproductora. En 2005 las capturas con almadrabas -redes fijas en las que quedan atrapados los atunes en su migración- fueron 22 y en 2006 sólo se pescó un único ejemplar. En el caladero de Balears, tradicionalmente el más importante del mundo, las capturas durante este periodo de tiempo han caído un 85%. En estos seis años, las cosas han cambiado. Si hace ocho años buques pesqueros españoles y franceses llegaban al sur de las Pitiüses para aprovechar la época de reproducción de esta especie y capturar hasta 14.000 toneladas de estos peces, hoy el caladero está agotado y pasan de largo. La sobrepesca ha convertido el Mediterráneo en una trampa mortal a la que escapan muy pocos ejemplares. La hora del último atún está próxima.
La tragedia, predecible, está a punto de consumarse en las aguas del Mediterráneo, donde los barcos pugnan por lo que los ecologistas no han dudado en llamar "el último atún rojo". No exageran. Desde hace unos diez años, diversas instituciones científicas, ecologistas e incluso, pescadores que apuestan por métodos tradicionales de pesca, vienen denunciando que se ha estado esquilmando a la especie aprovechando las concentraciones que cada año realiza el atún rojo en el Mediterráneo durante los meses de mayo, junio y julio para reproducirse.
Los peces procedentes del Atlántico, cruzan el Estrecho y suben hasta las aguas del archipiélago para reproducirse, durante este proceso está prohibida su captura, aunque muchos se saltan dicha normativa.
De hecho, las organizaciones ecologistas apuntan como principal responsable de esta situación la captura ilegal. Así, los seis buques españoles dedicados oficialmente a la pesca del atún rojo han capturado entre 3.500 y 4.000 toneladas, lo que representa un 100% más de la asignación oficial.
La directora general de Pesca del Govern, Patricia Arbona, apuntó la sobrepesca como una de las causas que llevará a la extinción al atún rojo. Además, los ejemplares son cada vez más pequeños, de 220 a 145 kilogramos por pez. Explicó que son unas especies de crecimiento muy lento, sus reproducciones son más reducidas y, además, estas especies se pescan cuando aún no se han reproducido. A todo esto hay que añadir que la tibia actitud de la UE, la pasividad de algunos estados y el incremento de la demanda de estos peces en restaurantes y supermercados han situado al atún rojo en la antesala de la extinción.

Gran preocupación

Aseguró que existe una "gran preocupación" y recordó que hace unas semanas se presentó en el Parlament una proposición no de ley que instaba al Estado a introducir un cambio en el Real Decreto 1315 / 1997 -por el que se establece una zona de protección pesquera en el mar Mediterráneo- para eliminar la zona verde de pesca de atún en el sur de Formentera.
Sin embargo, Arbona puntualizó que la administración autonómica no tiene competencia para la pesca del atún rojo que se desarrolla en aguas del Estado que están reguladas por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT). Un organismo que tiene como objetivo proteger esta especie. Según la directora general de Pesca, las decisiones son "buenas pero cuesta que se hagan efectivas". De hecho, la consellera del ramo Mercè Amer trasladó la preocupación al ministerio de Agricultura y Pesca para que lleve esta problemática en el seno de la Unión Europea.
WWF/Adena, una de las organizaciones no gubernamentales que mayores esfuerzos ha dedicado a salvar el atún rojo asegura que el "desastre en la gestión y control de la pesquería de esta especie es el ejemplo más ilustrativo de la crisis pesquera global, lo que se han venido a denominar "la locura de la pesca".
Además, y en contra de los que ocurría en los primeros años, cuando se dio la voz de alerta, quienes están acabando con el atún "son buques con banderas de conveniencia o ´buques piratas´ provenientes de lejanos países. Los principales responsables son países comunitarios incapaces de controlar su flota que pesca ilegalmente para satisfacer la demanda de este producto".

Santuario

Organizaciones como Ecologistas en Acción, GEN-GOB, Greenpeace y WWF/Adena vienen reclamando un santuario reproductivo para la especie del atún rojo que facilite la recuperación de la población.

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