martes, 14 de octubre de 2008

El Govern hunde 500 escollos para evitar los problemas de la pesca de arrastre

Viernes 14 de marzo de 2008

Comarca del Llevant
Entre los módulos de hormigón de 7 toneladas habrá unos 30 para la regeneración marina
Potosi
S. SANSÓ. MANACOR. La conselleria de Agricultura y Pesca está llevando a cabo estos días el hundimiento de 483 escollos de protección en la costa del Llevant de Mallorca (entre Cala Figuereta y Cala Bona) para evitar la pesca ilegal de arrastre.
La operación es una respuesta a las malas artes de pesca de algunas barques del bou que utilizaban grandes redes a menos de 50 metros de la costa, con los perjuicios que esto suponía tanto para el hábitat marino como para el fondo de posidonia. Precisamente, otros 28 escollos más servirán como lugares de regeneración de las especies autóctonas. Ayer por la mañana le tocó el turno a Porto Cristo.
La consellera, Mercè Amer (PSOE), destacó la importancia de la iniciativa: "Es una reivindicación histórica de los pescadores artesanales, que han padecido las consecuencias del incumplimiento de la Ley". Y es que el proyecto nació en 2004, a causa de una denuncia del sector pesquero de la zona, y el consiguiente estudio del Govern que confirmó las sospechas.
Tragsa, una empresa pública dedicada a trabajos agrarios y medioambientales, es la encargada de llevar a buen puerto las tres fases de que consta la tarea. La primera tuvo lugar hace unos días en Santanyí y la tercera será la que tendrá lugar cerca de las costas de Son Servera. Para ello ha subcontratado los servicios del mercante ´Potosí´, con base en el Puerto de Santa María (Cádiz), para el traslado de los módulos cúbicos desde el Puerto de Alcúdia hasta el lugar de hundimiento.
El proceso es mecánico, el buque lleva en su bodega de carga hasta 190 piezas por viaje (de 7 toneladas de peso en seco y 4 bajo la superficie marina), las engancha mediante una grúa mecánica, para, siguiendo unas coordenadas precisas y a unos 200 metros de la costa, ir dibujando tres lineas de protección separadas por 17 metros una de otra.
"Estamos muy contentos porque vemos que todo es ya una realidad y las promesas de los últimos meses se han cumplido". "Notábamos desde hace tiempo como la pesca era cada vez más escasa", reafirmaba Pep Gayà, patrón mayor de la cofradía de pescadores de Porto Cristo. Amer acabó puntualizando que para que estos escollos puedan ser levantados, ahora las embarcaciones deberían tener una potencia mínima de 1.000 CV, lo cual es difícil que suceda.
A la presentación del proyecto en sociedad también acudieron la directora general de Pesca, Patrícia Arbona y el recientemente elegido congresista del PSOE y actual gerente de Tragsa, Antoni Garcías.

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