M. M. PALMA. Los barcos de recreo se ven gravados con una alta fiscalidad y, además, padecen una ya crónica falta de amarres, condicionando de esta manera la expansión del sector.
Así lo indicaron ayer varios expertos, durante la presentación del informe ´2020: desafíos de la náutica de recreo y su impacto turístico en Balears´, que fue elaborado por la CAEB.
El conseller de Turismo, Francesc Buils, presidió esta presentación, junto al presidente de CAEB, Josep Oliver, y a los empresarios Ricardo Ferrer, Miquel Puigserver y Diego Colón de Carvajal, entre otros.
Ricardo Ferrer habló del encorsetamiento que supone para el sector la falta de atraques en los puertos y afirmó que los fondeos controlados son positivos "si cuentan con los servicios propios de los puertos como la recogida de basuras". Ricardo Ferrer, que presiden la asociación balear de puertos deportivos, dijo que "el govern propicia la renovación de concesiones cuando se agotan, y nosotros abogamos por que asea el mejor postor el que se las adjudique".
Ferrer reiteró las declaraciones realizadas a DIARIO de MALLORCA en la edición de ayer, respecto a la necesidad de elaborar un plan director de ordenación de la costa".
Miquel Puigserver indicó que el coste de matriculación de los yates es el más elevado de Europa, y se intenta "que baje en aquellos de menos de 7,5 metros de eslora".
Mallorca se ha estancado
Colón de Carvajal, que representa a la asociación de grandes yates, dijo que "Mallorca fue pionera en los años 80 en este sector pero ahora está lejos de ser una referencia. Las instalaciones son antiguas y se necesita una reestructuración para crecer en esloras, y esto puede ponerse en marcha sin menoscabo del medio ambiente".
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