jueves, 11 de septiembre de 2008

Los inmigrantes traen órdenes de hundir las barcas para borrar pistas de su llegada

Martes 15 de enero de 2008

El decimoquinto pasajero de la lancha del viernes fue detenido el sábado y trasladado a Valencia

I. OLAIZOLA. PALMA. Todas las embarcaciones que desde hace año y medio están llegando a Balears procedentes de Argelia vienen con una directriz clara: hundir la embarcación una vez hayan arribado a costa para eliminar pistas sobre su desembarco y contar con más posibilidades de éxito en su intento de entrar irregularmente en territorio europeo.
Fuentes de la Guardia Civil confirmaron este extremo al afirmar que los irregulares "suelen hundirlas o al menos lo intentan". No en vano, y como demuestra la imagen que ilustra esta información, en las operaciones llevadas a cabo contra este tipo de inmigración ilegal los cuerpos de seguridad suelen incautarse de un pico u algún otro utensilio con el que podría hundirse la embarcación usada para cubrir la travesía entre el continente africano y el archipiélago.
Este hecho daría pie a sospechar que podrían haber llegado a las islas más embarcaciones de las diez contabilizadas oficialmente desde el mes de octubre del año 2006.
En el caso de la barca llegada el viernes a cap de ses Salines, los inmigrantes agujerearon el casco con un pico y esta circunstancia propició que la embarcación, que quedó en muy mal estado, se hundiera en la bocana del puerto de la Colònia de Santo Jordi cuando estaba siendo remolcada por la Benemérita.
Mientras tanto, el operativo desplegado el pasado viernes tras la llegada de una embarcación a un lugar de la costa de Santanyí cercana al cap de ses Salines se cerró el pasado sábado con la detención del decimoquinto pasajero.
Cabe recordar que el viernes, durante los interrogatorios, varios de los inmigrantes aseguraron que en la barca viajaban quince personas. No obstante, la jornada se cerró con tan sólo catorce detenciones. El pasajero número quince fue detenido el sábado al mediodía cuando deambulaba por el municipio de Santanyí, según confirmaron fuentes de la Guardia Civil.
Este último inmigrante, junto a trece de sus compañeros de viaje, fueron trasladados la medianoche del sábado al domingo por vía marítima al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Valencia donde quedarán a la espera de las gestiones necesarias para determinar su nacionalidad y proceder a su repatriación. Tanto Policía Local como Guardia Civil se mantienen en estado de alerta ante una hipotética llegada masiva de embarcaciones esta semana aunque desde el centro meteorológico señalaron que la previsión sobre el estado de la mar no era buena para realizar la travesía marina.

Fuente