miércoles, 11 de marzo de 2009

Manolo Rives: El avance en las comunicaciones

Manolo Rives publica en un suplemento de Náutica del Diario de Mallorca unos artículos sobre la historia de la navegación bajo el título de Historia Naval. Por ser artículos muy interesantes, transcribo hoy el titulado El avance en las comunicaciones, publicado el día 26 de junio de 2005. Acompañan estos artículos unas magníficas ilustraciones de Ramon Sampol Isern.
telegrafía sin hilosTelegrafía sin hilos: antenas en los barcos


Antes de la invención de las telecomunicaciones los buques estaban absolutamente desconectados del mundo mientras duraba la travesía. Esta situación podía prolongarse durante muchos meses. Se sabía cuando partía un barco, pero su fecha de regreso sólo era una suposición, y siempre con el temor a que ocurriera algún percance.

Hacia finales del siglo XIX, por fin una invención vino a poner remedio a este problema, y fue la telegrafía sin hilos o TSH.
Hacía ya décadas que existía la telegrafía, por la cual se emitían mensajes a través de cable. Se usaba el alfabeto Morse, un sistema que representa las letras por medio de puntos y rayas, y los cables para la transmisión cubrían largas distancias, incluso intercontinentales.
Existían también nuevos descubrimientos en cuanto transmisión de sonidos por medio de ondas en el aire y otros parecidos, debidos a Hertz, el alemán Braum, el ruso Popoff y sobre todo, el francés Edouard Branly, considerado oficialmente en su país como el inventor de la telegrafía sin hilos. Entonces aparece en escena un joven italiano, estudiante de la Universidad de Bolonia, cuya genialidad consistió en reunir y sintetizar los descubrimientos de los sabios mencionados para conseguir el formidable instrumento que permitiría la comunicación a través del aire. Su padre, rico terrateniente, le proporcionó los medios necesarios para obtener una excelente educación y, convencido de que las ambiciones del inventor de transmitir información por medio de ondas electromagnéticas a través del "eter" podía tener éxito, le proporcionó todos los medios económicos necesarios.
Desde su origen la telegrafía sin hilos era ya internacional por su propia naturaleza, las ondas electromagnéticas no reconocen fronteras, ya que cuando salen de la antena sólo su potencia pone límite a la distancia que pueden recorrer. Las autoridades de las principales naciones marítimas pronto vieron la enorme utilidad para mantener contacto con sus flotas en alta mar.

Empezó Marconi sus primeros ensayos en 1895 logrando la comunicación entre dos puntos separados 1 Km. Ya desde un principio le surgieron colaboradores que intuyeron que el invento iba a ser algo importantísimo. Como su madre era irlandesa y tenía familia en Londres, consiguió una entrevista con el ingeniero jefe del correo británico que, impresionado por los logros de Marconi, le ofreció toda la ayuda de su departamento.
En 1896, con una antena colgada de una cometa, Marconi logró transmisiones a 7 Km. de distancia. Dos meses después, en el canal de Bristol, se duplicó esa distancia.
Hacia finales de 1898 tuvo lugar el primer enlace a través del mar por medio de la radiotelegrafía entre el buque faro East Goodwin, fondeado en el Canal de la Mancha, y el faro terrestre de South Foreland. Este hecho constituyó un triunfo apoteósico de Marconi y la radio.
En pocos meses la estación del buque faro llegó a emitir cinco llamadas de socorro para buques en peligro, y una para él mismo al ser abordado por otro barco que le produjo graves daños. Uno de los cargamentos que se salvaron estaba valorado en más de 50000 libras esterlinas de la época, valor muy superior al coste de dotar de radio a todos los buque.faro del Reino Unido, lo que movió al Almirantazgo a emprender esta tarea.

Parece ser que el buque norteamericano St. Paul fue el primero con instalación TSH a bordo. En 1901 se consiguió enviar una transmisión a través del Atlántico desde San Juan de Terranova al cabo de Lizard en Cornualles, lo que tuvo una enorme resonancia mundial.
La compañía naviera británica Cunar Line fue la pionera en adoptar a gran escala el nuevo invento en sus embarcaciones, equipando a uno de sus transatlánticos, el Lucania, con un transmisor - receptor radiotelegráfico. Y sólo tres años más tarde, todas las unidades de la Cunard estaban dotadas de instalación de radio a bordo. Por fin los barcos ya no estaban solos e indefensos en la mar. De esta forma, muchos barcos, unos cercanos y otros alejados, recogieron las dramáticas llamadas de socorro de embarcaciones en peligro y corrieron a prestar el auxilio requerido.

Cabe recordar, entre los primeros salvamentos llevados a cabo gracias a la radio, el que hizo tristemente célebres a los transatlánticos Florida, de bandera italiana, con 800 emigrantes a bordo, y el Republic, de 15000 toneladas que colisionaron debido a la espesa niebla en pleno Atlántico en el año 1909.
El radiotelegrafista del Republic mandó la señal de socorro CQD - Come Quick Danger (Venid pronto peligro) -, captada por la estación de Siasconset en la costa americana, desde donde fue retransmitida a los barcos situados en las cercanías del percance. A los 30 minutos el Baltic dio rumbo guiándose por las señales, ya que la espesa niebla poco ayudaba a la localización. Fueron salvados los 1700 náufragos de ambos buques, siendo la primera vez que la humanidad pudo "vivir en directo" el desarrollo de una tragedia marítima.

En la Conferencia de Berlín de 1906 se adoptó la nueva señal de socorro marítimo SOS, que al igual que a la anterior, CQD, se le atribuyó un significado a partir de sus iniciales - Save Our Souls (Salvad nuestras almas) -; aunque parece ser que se propuso por su carácter rítmico - tres puntos, tres rayas, tres puntos - en Morse, fácil de recordar y no dando a las letras ningún significado.

El acontecimiento más dramático y conocido en los comienzos de la TSH fue sin duda la pérdida del Titanic, con la muerte de 1503 personas al chocar con un iceberg el 14 de abril de 1912. El infortunado transatlántico transmitió las dos señales de socorro, CQD y SOS, ya que el uso exclusivo de la segunda, aprobada por la Conferencia de Berlín, no se generalizó hasta varios años más tarde.
A pesar de la enorme desgracia, estos mensajes fueron captados por varios buques, como el California, el Olympic, cuya actuación fue investigada posteriormente por una comisión anglo - estadounidense. Lo cierto es que el transatlántico Carpathia, que había también recibido los mensajes, llegó al lugar del naufragio rescatando a 710 supervivientes.

Las estaciones radiotelegráficas se generalizaron en todas las embarcaciones muy rápidamente. Al estallar la Primera Guerra Mundial, en 1914, su uso era prácticamente universal y se mantuvo durante décadas hasta que fue sustituída por la radiotelefonía, que ciertamente es aún más práctica, pero hay que tener bien presente que es hija y heredera del genial invento de Guillermo Marconi. Cabe añadir, para acabar, que el inventor gozó en vida del reconocimiento universal como uno de los más grandes hombres de la historia. Premio Nobel de Física en 1909, Italia, su patria, le rindió todo tipo de honores, otorgándole en 1929 el título de marqués y senador del reino. En el presente, rara es la ciudad o simple villa italiana que no tenga una calle o plaza con su nombre, y han sido varios los buques que han llevado con orgullo el nombre de Guglielmo Marconi.

Manolo Rives: El avance en las comunicaciones (en el suplemento de Náutica del Diario de Mallorca del 26 de junio de 2005)