jueves, 5 de marzo de 2009

La costa habla de su memoria climática

Universidad de Alicante // Marina Limiñana Alicante 04.03.2009


El investigador José Enrique Tent ha realizado tres salidas en barco por la costa de Alicante junto a 24 estudiantes de Geofísica aplicada y prospección geoquímica, de Técnicas cartográficas (Ingeniería Geológica), y de Métodos en Oceanografía (Ciencias del Mar). La incursión ha producido un material de utilidad para las investigaciones que realiza Tent con su equipo de la universidad de Alicante. Aunque todavía no tienen resultados definitivos, las primeras conclusiones apuntan que la desecación del Mediterráneo creó valles en la desembocadura de los ríos y que hace miles de años el cambio climático era mucho más acelerado que el de ahora.

Entre el 19 y 21 de febrero de 2009, repartidos en tres grupos de ocho personas, los estudiantes salieron al mar para cumplir el recorrido de Santa Pola, la desembocadura del Segura y hasta la distancia de 20 kilómetros mar adentro desde Guardamar. Tent indica que ésta "es una práctica que hago todos los años con los alumnos".

El equipo de trabajo que subió a bordo para realizar un método geofísico con el que ya han trabajado, cuenta con un sistema de posicionamiento al que entran los datos del GPS. Este GPS graba los datos con su posición mediante un software especial. El equipo geofísico que usa y que es sísmica de alta resolución se denomina Boomer y funciona generando una señal u onda acústica en el mar que desciende al fondo, lo atraviesa y es reflejada por las capas existentes. A su vez, el investigador lo recibe en el geófono, o micrófono marino. El resultado que se obtiene es una onda de sonido, que tiene una configuración que dibuja las capas en líneas blancas y negras.

El material obtenido a lo largo de los tres días de campaña sirve para que el alumnado trabaje la información obtenida pintando las diferentes capas inferiores que se reconocen en el fondo marino y, además, para recopilar datos que útiles en el estudio de la costa de Alicante.

Tras la última glaciación, que se produjo hace 18.000 años, el nivel del mar fue subiendo hasta hace 6.000 años, fecha en que se situó en la posición actual. Así, durante el período de tiempo de 12.000 años el nivel del mar subió, pero no de igual manera siempre, sino a saltos. Hace 18.000 años el nivel del mar estaba a 120 metros por debajo del actual. Esta medida en la zona de Santa Pola supone 20 kilómetros mar adentro y en la zona de la Vila está a 40 kilómetros mar adentro, porque allí tiene menos pendiente.

La conclusión que extraen de esta experiencia es cómo, en ese período que oscila entre hace 18.000 y 6.000 años, la costa retrocedía más de dos metros al año. Por esta razón, el profesor de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente dice al alumnado que este cambio climático era mucho más acelerado que el de ahora, en el que se calcula que el nivel del mar sube alrededor de dos milímetros al año, si bien el retroceso de la línea de la costa es difícil de precisar. Así pues, la campaña permite reconocer la variación del clima, ya que "el clima es cambiante por definición", afirma Tent.

La investigación abarca la Costa de Alicante, cuyos límites no coinciden con los políticos y se extienden desde el Golfo de Valencia en Gandía y hasta el Mar Menor. En estos momentos se encuentran estudiando la franja que va de Altea a Guardamar.

La recopilación de datos es el segundo resultado obtenido de las salidas efectuadas el pasado febrero. El equipo de José Enrique Tent aprovecha estos datos para estudiar la denominada Crisis de Salinidad Messiniense (CSM).

La CSM es la desecación del mar Mediterráneo, hecho que tuvo lugar hace unos 5.000.000 de años, al no haber conexión con el Atlántico. Hace 4.600.000 de años se abrió el Estrecho de Gibraltar y se reinundó otra vez, lo que debió provocar un gran cambio climático.

La investigación se centra ahora en buscar los valles de los ríos encajados cuando se desecó el Mediterráneo, ya que los ríos, a pesar de la desecación, seguían desembocando y crearon valles, que ahora están tapados por el sedimento.

Tent recuerda que fue Jesús Soria, de su mismo departamento en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Alicante, quien empezó a trabajar sobre el Messiniense en 1992. Aunque cada vez van realizando más incursiones en el mar, estos científicos empezaron sus investigaciones en la parte de tierra, que es, además, la zona que trabajan habitualmente y de la que publican sus artículos científicos.

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