lunes, 16 de marzo de 2009

Descubren más de 200 especies vegetales en los arroyos semiáridos del sureste español

SINC Murcia 12.03.2009

Hasta ahora, la creencia general era que los arroyos del sureste de España no tenían nada que ofrecer. Sin embargo, una investigación de la Universidad de Murcia ha demostrado que estos ecosistemas, únicos en Europa, presentan una gran biodiversidad de especies vegetales y animales. Con esta afirmación, el equipo de investigación rompe el mito de que los sistemas áridos no engloban organismos de interés, y propone que sean conservados por su valor ecológico.

En general, los arroyos semiáridos tienen poco caudal y vegetación, y pueden parecer poco atractivos por un aparente valor ecológico mínimo, pero la realidad es muy distinta. Los científicos españoles que han estudiado su funcionamiento a escala global han descubierto que en ellos existe un mayor número de especies que en las zonas más húmedas.

“Nos encontramos con una biodiversidad muy alta, mucho más de lo que cabría esperar en un principio, y nos dimos cuenta de que estos sistemas funcionan como refugios de biodiversidad. En el fondo, encierran una gran heterogeneidad ambiental a nivel de microambientes”, explica a SINC, Marina Aboal, autora principal e investigadora de la Universidad de Murcia.

La investigación, publicada recientemente en Marine and Freshwater Research , se centra en el estudio de las comunidades de algas, sobre todo, en las diatomeas (una clase de algas unicelulares microscópicas), ya que son los organismos a partir de los que se fundamenta todo el ecosistema.

Los biólogos descubrieron más de 200 especies de microalgas (que no se ven a simple vista), de las cuales algunas podrían ser nuevas para la ciencia.

La importancia del hallazgo reside en la excepcionalidad del hábitat en el ámbito europeo. El sureste de España, una de las regiones más áridas del continente, es de las pocas zonas de Europa donde son frecuentes los arroyos semiáridos. Éstos albergan “un número importantísimo de especies, y muchas de ellas son características de estos ambientes”, señala Aboal.

Un valor ecológico único

Para el equipo de investigación, estas especies de algas “merecen ser estudiadas y consideradas en las estrategias de conservación”, ya que se adaptan a condiciones bastante extremas, como temperaturas muy altas, mucha evaporación, o salinización del agua.

De no proteger estos ecosistemas, como en realidad se ha estado haciendo hasta ahora, “se extinguirán especies que nunca llegaremos a conocer y no sabremos ni los beneficios que nos pueden aportar”, destaca la botánica.

Los expertos subrayan que, al tratarse de ecosistemas “humildes y desconocidos”, se pierde información sobre las especies que en ellos habitan. “Al ir perdiendo especies, el funcionamiento cambia completamente, y eso provoca reacciones en cadena que terminan con una mini-catástrofe ecológica, con pérdidas de un ecosistema”, alerta Aboal.

Además de su interés ecológico por ser el primer eslabón de la cadena trófica, las microalgas pueden ser “interesantes” para aplicaciones biotecnológicas. La catedrática recalca que si no se conservan y estudian, “no sabremos si son útiles”. Es el gran drama de la extinción de las especies, que antes de llegar a conocerlas, desaparecen.

En las algas descansa todo el funcionamiento del sistema. Estos organismos fotosintetizadores son productores primarios, y constituyen el alimento a partir del cual se basa todo el sistema ecológico de los ecosistemas acuáticos. Desde el punto de visto medioambiental, ya se utilizan para el control de la calidad ambiental de los sistemas acuáticos, y son esenciales para conocer su estado ecológico o de salud.

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Referencia bibliográfica:

Ros, M. Dolores; Marin-Murcia, Jose Pedro; Aboal, Marina “Biodiversity of diatom assemblages in a Mediterranean semiarid stream: implications for conservation” Marine and Freshwater Research 60(1): 14-24, 2009.

Fuente: SINC