El estudio ha permitido obtener información de gran interés sobre la biología de las especies. Asimismo, establece una serie de pautas para la gestión de la pesca, siendo este último aspecto especialmente importante por su posible repercusión económica -a medio y largo plazo- y ecológica.
Un equipo de investigadores del Grupo de Investigación en Acuicultura y Medio Ambiente (ACUMA) de la Universidad Politécnica de Valencia ha desarrollado durante los últimos dos años un exhaustivo estudio sobre los descartes de la pesca de arrastre en aguas del Golfo de Valencia.
El estudio se llevó a cabo en diversos barcos de arrastre de los puertos de Cullera, Valencia, Burriana y Castellón y ha permitido obtener información de gran valor sobre la biología de varias especies de peces de interés comercial, y ha contribuido a establecer una serie de pautas para la gestión de la pesca. Este último aspecto es especialmente importante por su posible repercusión económica -a medio y largo plazo- y ecológica, por lo que se refiere a la contribución a la conservación de los ecosistemas.
En su estudio, los investigadores del Grupo ACUMA analizaron cualitativa y cuantitativamente las especies que componen el descarte y su abundancia relativa en la pesca de arrastre de fondo en el ámbito de la plataforma continental y el talud del Golfo de Valencia. Asimismo, estudiaron la importancia del descarte dentro de la captura total efectuada por la flota de arrastre de fondo y llevaron a cabo un análisis preliminar de la influencia de algunas variables que pueden afectar a la composición y abundancia de los descartes para identificar una posible dinámica de los mismos.
“Las muestras se obtenían a partir del pescado capturado rutinariamente por los pescadores de las embarcaciones de arrastre. De la pesca se seleccionaba el material para la venta y se desechaba el descarte, que consiste en la parte de la pesca que por diversos motivos no se va a vender”, apunta Vicent Benedito, investigador del Grupo ACUMA.
Conclusiones
Los investigadores del Grupo ACUMA registraron en los descartes de la pesca de arrastre algo más de 200 especies de peces e invertebrados. Según este estudio, el factor que más afecta a la proporción de descarte que se obtiene es el “tipo de fondo”. En los arrastres de la plataforma hay niveles de descarte superiores a los del talud (plataforma 50,98%, mientras que en los arrastres del talud es de solo 31,91%.).
Asimismo, a partir del estudio realizado por el Grupo de Investigación ACUMA de la Politécnica, se ha concluido que no existen diferencias estacionales significativas en la biomasa del descarte total, aunque sí se ha observado una relación entre la estación del año y/o algunos rangos de fondo. Por ejemplo en el caso de la merluza -que constituye la especie más descartada tanto en términos de abundancia como de biomasa- sí que se observa mayor descarte en el periodo comprendido entre el mes de mayo y julio en profundidades de 50 a150 metros.
“Si en lugar de la biomasa se considera la abundancia del descarte (número de individuos), los peces pasan a tener el 37 % en plataforma y el 59 % en el talud, en contraste con lo observado para la biomasa. En la plataforma los moluscos y crustáceos son los menos abundantes en el descarte, siendo superados por los demás grupos de invertebrados considerados en conjunto”, apunta Vicent Benedito.
Por otro lado, en el caso de los peces y analizando los datos por número de individuos, los investigadores de la UPV concluyeron que la especie más abundante en el talud es Gadiculus argenteus argenteus con el 16,89% y en biomasa el Micromesistius poutassou, con 36,58% del total de peso descartado en este estrato de fondo. En la plataforma, la sardina Sardina pilchardus es la especie más abundante con 8,44% y la que más aporta en términos de biomasa es Venus nux Gmelin, con el 10,47%.
La merluza Merluccius merluccius Rafinesque es la especie más frecuente en el descarte de los arrastres muestreados dado que se ha identificado en el 96% de esos muestreos.
“Las causas más importantes del descarte son el poco valor económico de parte de las capturas y en segundo lugar el cumplimiento de la normativa vigente en lo que se refiere a tallas mínimas legales de comercialización. A esto se puede añadir el estado de conservación de las capturas cuando llegan al barco”, apunta Vicent Benedito.
Un aspecto muy importante de este tipo de estudios es que a partir de los descartes se puede tener un idea que como pueden estar siendo afectadas las comunidades bentónicas sometidas a explotación por la pesca de arrastre.
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