jueves, 6 de agosto de 2009

El cuartel de la calle del Mar descubre restos de la muralla islámica de Ciutat

Domingo 02 de agosto de 2009


El patio, del siglo XVI, presenta unas columnas únicas con forma de cañón antiguo. Foto: Miquel Massutí

M. ELENA VALLÉS. PALMA. Un arco de muralla islámica marca la entrada de la calle del Mar. El muro del fortín musulmán de lo que fue Madina Mayurqa se extiende por detrás del establecimiento militar que se alza en la misma vía. Una pared entera de mampostería musulmana queda al descubierto al fondo del patio del cuartel.
DIARIO de MALLORCA ha podido acceder a las instalaciones de la actual jefatura de intendencia de asuntos económicos de la Comandancia General de Balears, un espacio propiedad del ministerio de Defensa rodeado de turistas estos días y al que la ciudadanía no puede acceder libremente. La construcción sólo está abierta al público cuando se celebran los conciertos del Corpus o los del día de las Fuerzas Armadas, en mayo. El edificio, protegido en el catálogo municipal, se construyó en 1507. El claustro es excepcional por los pilares que soportan los arcos del patio. "Las columnas tienen forma de cañón antiguo. Son únicas en la isla", precisa el coronel Gaspar Alorda Fiol del Museu de Sant Carles.
El flanco izquierdo del edificio es el de mayor antigüedad. Responde a lo que se conocía como Almudí, datado en el siglo XVI, del que se conservan seis bóvedas y donde se almacenaban armas blancas como espadas, picas o lanzas, todas ellas pertenecientes a la Universidad de Mallorca, institución que hoy correspondería al Consell. En una vitrina, se custodia otro de los hallazgos patrimoniales más interesantes: bolaños de distintos tamaños. Los bolaños o proyectiles de piedra aparecieron en 1969 en el subsuelo de la construcción cuando se realizaron una serie de obras de acondicionamiento. Esta artillería formaba parte de la guarnición de los baluartes de Palma. "El artillero portugués Acevedo fue quien los labró", prosigue Alorda.
"Este espacio ha tenido usos diversificados, pero siempre militares. En 1525 se instaló un molino para la fabricación de pólvora. Piensa que esta calle no se llamaba calle del Mar, sino calle Gavella vella de la Sal. El mar llegaba hasta aquí. Era el lugar donde se monopolizaba el mercado de la sal", detalla el coronel.
La reforma de mayor envergadura a la que se ha enfrentado el edificio militar renacentista, el más antiguo de Europa en uso continuado según el historiador Antonio Alomar, es la que afectó al claustro, bóvedas y planta baja y primera. Si uno se asoma por las ventanas del patio, observa que los restos de muralla –en ellos se dibuja la forma de un arco de descarga– son la pared medianera del cuartel y un hotel de la calle Apuntadors.

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