El velero ´Arrayán´, en su amarre del Náutico. Foto: Willy
GUILLERMO SOLER. PALMA. El velero maxi Arrayán, huérfano de patrón desde que falleciera hace ya un año su propietario, el empresario madrileño José María Entrecanales Azcárate, se encuentra en venta, atracado en su amarre del Real Club Náutico de Palma. Se trata de un barco que refleja la pasión que sentía por el mar y la vela su dueño, al igual que su situación física, mermada a causa de un accidente fortuito cuando conducía un carruaje con uno de sus preferidos tiros de caballos.
Actualmente, el barco es un bien incluido en la sociedad La Ventosa S.L., administrada por la viuda de Entrecanales, María Marsans, miembro de la reconocida saga turística. Recientemente, y de cara a su venta, el Arrayán pasó por Astilleros Mallorca para su puesta a punto. Varios miembros de la familia Entrecanales son asiduos de Mallorca. Bruno, uno de los cinco hijos del desaparecido patriarca, habidos con su primera mujer Blanca Domecq, pasa temporadas en su finca de Son Moragues, en Valldemossa.
En 1992, y tras fundar Acciona, José María Entrecanales Azcárate decidió tener un velero a su medida, con el que poder navegar por cualquier mar con todas las comodidades a bordo. Con esta idea de barco, de recreo y a la vez de competición, encargó al arquitecto naval francés Gilles Vatón que diseñara un velero maxi. Una vez concluido el diseño, los astilleros alemanes Abekin Rasmussen, a orillas del río Waser, iniciaron su construcción.
Al ser botado en el Easer, el Arrayán mostraba una serie de novedades que le hacían un velero revolucionario dentro de la náutica internacional. Su casco, de 35 metros de eslora, montaba el mástil de mayores dimensiones construido en aluminio, con 43 metros de altura, mientras que su botavara alcanza los doce. El casco también es de aluminio, con cubierta de teca, disponiendo de dos bañeras, una de ellas con grúa de amplia movilidad. La manga de este velero, de 101 toneladas de desplazamiento, es de ocho metros, por lo que su interior tiene una buena habitabilidad, con seis camarotes, incluidos los de sus cuatro tripulantes.
El calado máximo es de cinco metros. Aunque dispone de un motor Mercedes de 360 Cv de fuerza y dos grupos electrógenos, basa principalmente su navegación en la fuerza del viento, gracias a sus velamen, renovado hace poco, con una superficie de 530 metros cuadrados. Tanto la vela mayor, con aparejo Marconi, como el foque se izan y recogen automáticamente gracias a un sistema hidráulico. No le falta un amplio spinaker (balón). Equipo bélico que le permite, con buenos vientos, alcanzar entre 16 y 18 nudos de navegación. Su logística y capacidad de almacenaje de víveres le permite una autonomía náutica de dos meses.
Con el Arrayán, basado en Palma, José Maria Entrecanales durante los dieciséis años que lo disfrutó realizó muchas navegaciones por aguas de las Balears, con salidas al Atlántico. Ahora, este velero tan carismático espera en Palma un nuevo propietario.
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