domingo, 12 de abril de 2009

El llaüt, a punto de ser un recuerdo

Domingo 12 de abril de 2009

Los constructores de la emblemática embarcación ven muy complicado resistir los embates de la crisis económica

ROSA FERRIOL. PALMA. El llaüt pronto será un recuerdo. El signo del pesimismo pesa entre los constructores de esta emblemática embarcación que ven muy complicado resistir las embestidas del derrumbe económico. "Perdemos el llaüt, tanto si es de madera como de fibra", sentencia Joan Antoni Terrassa, uno de los gerentes de la empresa Llaüts Mallorca.
Con el embate de la crisis económica, las firmas ligadas al llaüt se han visto obligadas a reducir sus plantillas. La presidenta de la asociación de empresas náuticas de Balears, Margarita Dahlberg, asegura que en las islas hay más de media docena de compañías y sus pronósticos apuntan que sólo una o dos superará el bache.
Los mestres d´aixa sufrieron una auténtica crisis en los años 80 con la irrupción de la construcción de llaüts de fibra. Ahora, tanto unos como otros están al borde de la extinción. "Las reparaciones son lo único que dan trabajo. Retrasan nuestra muerte", resume Miquel Montserrat, otro de los gerentes de Llaüts Mallorca. Está mal decirlo pero un temporal de viento como el ocurrido a finales de enero que destrozó un dique del Port d´Andratx y numerosas embarcaciones de otros puertos es un alivio para los fabricantes de barcos. "El mal tiempo es favorable para nosotros", admite el mestre d´aixa Joan Cifre.
Los constructores aseguran que tras el pasado verano empezaron a notar los efectos del derrumbe económico. No se esperaban que la crisis fuera tan "intensa" y ni mucho menos que llegara "de golpe". Llaüts Mallorca se encuentra en pleno Expediente de Regulación de Empleo. Desde agosto hasta ahora se han visto obligados a recortar más de un 50% de su plantilla. Unas 22 personas trabajaban el pasado verano en esta firma del polígono de Marratxí, actualmente sólo quedan ocho empleados. "Esta empresa tiene 40 años y se encuentra al límite de la supervivencia. De momento, estamos sin signos de recuperación", explica uno de sus gerentes.
En el ejercicio de 2008, Llaüts Mallorca construyó una media de 14 embarcaciones. Desde agosto hasta marzo sólo llevan fabricados tres llaüts de ocho metros. "Durante la época de bonanza teníamos barcos hasta la puerta de la nave industrial, ahora cada vez que sacamos uno pensamos si será el último", señala Miquel Montserrat. "Ahora veremos cuánto tiempo aguantaremos", sentencia resignado al ver el poco movimiento de trabajo en la nave del polígono de Marratxí.

Faltan amarres

Además de la crisis económicas, hay otros factores que ponen estas emblemáticas embarcaciones al borde de la extinción. La falta de amarres, apunta Terrassa, es uno de ellos. "No hay, y muchas veces la venta de un barco va condicionada con el amarre", detalla. Los constructores náuticos no piden puertos nuevos pero creen que el Govern podrían aumentar los pantalanes flotantes. El secretario de la asociación de mestres d´aixa, Pep Florit, recuerda que, por ejemplo, en Italia se destina un porcentaje de los amarres a embarcaciones tradicionales. "Aquí conseguir un amarre es cuestión de suerte o de dinero", resalta.
La rebaja de los impuestos es otra reclamación de los fabricantes de barcos que supondría cierto alivio. "España es el único país de Europa que paga un 12 por ciento para la matriculación de la embarcación y este impuesto encarece el barco", relata Joan Antoni Terrassa. Por ello, Dahlberg emplaza a la Administración a suprimir dicho impuesto.
La situación de los constructores de llaüts de fibra es muy delicada pero reconocen que los mestres d´aixa están mucho peor. En Balears quedan unos seis o siete fabricantes tradicionales. "No puedes vivir de la construcción de como mucho cuatro embarcaciones anuales", admite Florit.
Hace diez años Joan Cifre cogió las riendas de la empresa Drassanes Joan Cifre en Portocolom. Su padre, también mestre d´aixa, puso en marcha la firma hace ya unos treinta años. Ahora parece que llega el fin de la generación. Cifre calcula que la nueva construcción ha caído un 80% en los últimos seis años. "Fabricamos una o como mucho dos embarcaciones nuevas anualmente. Terminamos un llaüt y debemos esperar un tiempo a que llegue un nuevo encargo. Antes no hacía falta", explica.
En la firma de Portocolom trabajaban tres personas. En septiembre recortaron personal y ahora sólo son dos. Como todos los fabricantes de llaüts se salvan de las reparaciones. "Ahora estamos desbordados de trabajo porque en Portocolom hay muchas embarcaciones de madera y con el temporal algunas resultaron dañadas", cuenta Cifre mientras repara una embarcación muy dañada.
Con este panorama, las miradas de los constructores de llaüts se dirigen a la pasividad de la Administración. "El Govern nos tiene olvidados. Los llaüts acabarán como los siurells, vendrán de China", sentencian los gerentes de la firma de Marratxí. Miquel Montserrat cree que, además de la bajada de impuestos, las instituciones deberían potenciar la promoción externa.
En la misma línea se postula la asociación de mestres d´aixa. La entidad tiene varias peticiones para el Govern. Pep Florit comenta que un hotel de Cala Murada utiliza el llaüt como complemento a su oferta turística. Este establecimiento ha optado por organizar excursiones marítimas para sus clientes a bordo de una embarcación tradicional. Por ello, reclama a la conselleria de Turismo que incremente la promoción de la emblemática embarcación de madera entre los hoteleros explotando este tipo de excursiones."Es otra manera de ver la isla", comenta el mestre d´aixa. Florit opina que es un punto a explotar. "Los mestres d´aixa estamos entre la desaparición y la conservación de la cultura", señala. La asociación insta a Medio Ambiente a firmar un convenio para la cesión de amarres, además de organizar actividades relacionadas con los barcos tradicionales. La entidad pide al departamento de Comercio que impulse la promoción del llaüt y que emprenda planes de formación de mestres d´aixa. Proteger a las empresas mallorquinas poniendo ciertas restricciones a las extranjeras es otra de sus peticiones.
Otro de los temas que trae cola a los fabricantes es la feria náutica. La presidenta de la asociación de empresas náuticas de Balears, Margarita Dahlberg, criticó al Govern por subir un 30 por ciento las tarifas de la muestra. Es verdad, dice Dahlberg, que el Ejecutivo otorga una subvención del 50% por asistir a la feria pero "la subida no está justificada". "Es absurdo que en tiempos de crisis económica se produzca un incremento de las tasas", sentencia.
Por todo ello, los mestres d´aixa y los constructores de llaüts de fibra reivindican sensibilidad a las instituciones. "Los jóvenes no pueden disfrutar del náutica. Un barco sólo lo puede tener un viejo o un rico", sentencia Joan Antoni Terrassa.
En Mallorca hay 1.200 embarcaciones de madera y sólo quedan seis o siete mestres d´aixa titulados.

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