martes, 12 de mayo de 2009

El cemento, ese material gris que busca desesperadamente ser verde

Elena Soto | Palma lunes 11/05/2009


Fábrica de cemento de Lloseta

Unos 700 años antes Cristo, los etruscos descubrieron las propiedades de unas tobas volcánicas del Vesubio, que aunque por sí mismas no eran conglomerantes, reaccionaban al unirse con la cal y producían un compuesto que era capaz de fraguar con el agua, por lo que se les llamó cementos hidráulicos. Tras la caída del Imperio Romano, la técnica de construir con cemento se perdió y no fue hasta mediados del siglo XVIII cuando se retomaron de nuevo las investigaciones de las mezclas con áridos para ser empleadas en la construcción.

Uno de los grandes hitos en la historia de este material, y a partir del cual se generalizó su uso, fue en 1824, cuando el albañil inglés Joseph Aspdin, patentó un producto llamado cemento Portland, que al endurecerse adquiría un color semejante al de una piedra de esta isla inglesa. Actualmente, este material es el más consumido en el mundo después del agua.

Pero la extracción de áridos y todo el proceso de elaboración del cemento conllevan unos costos medioambientales. Se calcula que el proceso de producción de cemento representa el 5% de las emisiones de dióxido de carbono emitidas por el hombre, además de consumirse grandes cantidades de materias primas y energía, por lo que los sistemas de gestión que contribuyan a minimizar este impacto son uno de los grandes retos que tiene planteados este sector.

En este sentido, la empresa CEMEX lleva años invirtiendo en la implantación de sistemas de gestión medioambiental integrales, que abarquen la totalidad del proceso de producción del cemento.

Su fábrica de cemento en Lloseta, fundada en 1957 y conocida popularmente como Portland de Mallorca, y las plantas de hormigón de Palma y Alaior (Menorca) poseen el Certificado ISO 14001 de Gestión Medioambiental que se caracteriza porque los procedimientos desarrollados tienen como prioridad la protección de la atmósfera, las aguas y el suelo, el uso racional de los recursos, la minimización y correcto tratamiento de los residuos, además del ahorro de energía y materias primas.

Las fábrica de Lloseta es una de las que reutiliza los lodos de las empresas de terrazos como materia prima en la fabricación del cemento, lo que supone una reducción del volumen de residuos depositados en los vertederos, una disminución de las extracciones de las canteras para la fabricación del cemento, y una reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Canteras
Las graveras de donde obtienen los áridos para la fabricación de cementos y hormigones se encuentran en entornos naturales, por lo que inevitablemente su extracción modifica el paisaje. En el apartado Áridos, la empresa CEMEX tiene en funcionamiento ocho canteras, dos en Menorca, en los municipios de Alaior (Llimpet) y Ciudadella (Son Planes), cinco en Mallorca y una en Ibiza (Can Xumeu).

Los gestores de la empresa trabajan para que sus canteras recuperen unas condiciones similares a las que existían antes de que el área fuera explotada o, al menos, unas condiciones compatibles con su hábitat natural.

Por ejemplo, en la cantera de Son Planes se han replantado unos 10.000 m2 de terreno con pinus halepensis y arbustos autóctonos. Y en la de Llimpet, según ha ido avanzando el frente se ha restaurado el espacio con encinas de los viveros de la cantera en base a un proyecto autorizado y supervisado por las Consellerias de Industria y Medio Ambiente. Por la gestión de Llimpet, Aenor acaba de hacer entrega a Cemex del primer certificado de Gestión Minera Sostenible de España, que se basa en dos nuevas normas españolas de calidad pioneras en el mundo.

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