miércoles, 23 de septiembre de 2009

Los marineros desafían a Iscomar y ocupan varios buques en Valencia y Barcelona

Lunes 14 de septiembre de 2009

MARIO MORALES. PALMA. Llevan un mes y medio encerrados en el Mercedes del Mar. Es el buque con el que se ganaban la vida navegando por el Mediterráneo, pero la empresa propietaria, Iscomar, dejó de pagarles los salarios.
Una vez amarrados en el puerto de Valencia, el 27 de julio pasado decidieron no continuar trabajando y ocuparon el buque en protesta por su situación. El buque lo opera Iscomar, aunque pertenece a una de las muchas filiales que tiene el grupo Contenemar.
El Mercedes del Mar está ocupado por sus marineros en Valencia, al igual que el Teresa del Mar y Julia del Mar, otros dos buques del mismo grupo, Contenemar, que también están amarrados en un puerto –el de Barcelona– por el mismo motivo, el impago de salarios.
De la flota de Iscomar, sólo los Isabel y Pilar del Mar siguen operativos y sus tripulantes cobran los sueldos, según indicó Enric Tarriba, dirigente del sindicato CGT, que está llevando el peso de las reivindicaciones de los trabajadores.
Los 27 navegantes del Mercedes del Mar esperaban que, con la ocupación del buque, Iscomar reaccionara y regularizara su situación laboral. Sin embargo, no se produjo tal reacción y continúan a bordo del barco. Si lo abandonaran, se entendería que se marchan de la empresa y no tendrían derecho a los beneficios de una indemnización.
"Eso es lo que espera Iscomar, que nos cansemos y nos marchemos para no tener que pagarnos ni las mensualidades adeudadas ni la indemnización por despido", comentaba desde el barco y por vía telefónica uno de sus oficiales, Pedro Sánchez.
"Continuamos a bordo 18 personas y ya nos deben tres meses de salarios. Los españoles lo pasamos mal, pero en peor situación están los extranjeros que trabajan en el barco, ya que tienen a sus familias lejos y sin poder mandarles un poco de dinero para que puedan continuar sobreviviendo".
La vida a bordo discurre con total monotonía, pero no descuidan ni un instante sus obligaciones profesionales. Realizan todo el mantenimiento del buque, que está siempre preparado para zarpar. Cumplen con los turnos de guardia y con las jornadas laborales. "La seguridad a bordo está garantizada, se controlan los generadores y los motores para que todo el sistema esté a punto".
En las horas de libranza o descanso, los tripulantes ven la televisión, leen o están en la cubierta, según explicaba Pedro Sánchez. La generación de energía eléctrica se realiza mediante los motores auxiliares, que funcionan permanentemente y alimentados con gasoil. Recientemente, Iscomar aceptó enviarles una cuba con 10.000 litros de combustible, imprescindibles para mantener los sistemas activos.
Además, "la empresa nos provee de alimentos y agua, aunque llega con cierto retraso". Iscomar les ha dicho "que el barco no es rentable, pero eso no le exime de sus responsabilidades. Ahora estamos en un limbo. No cobramos el sueldo ni la indemnización ni tampoco podemos irnos al paro o buscar trabajo en otra empresa porque perderíamos todos nuestros derechos", comentaba el oficial Sánchez.
El problema familiar es el más acuciante. La mayoría de los ocupantes del buque tiene a sus familias muy lejos, como el caso de Pedro Sánchez, que es asturiano. Hay tripulantes que son latinoamericanos y que tienen a su mujer e hijos muy lejos, pero dependen económicamente de los envíos de dinero de sus maridos, así que ahora están pasando por un mal momento. Sobre todo está el caso de una de las familias, que necesita dinero para una operación y, tal como están las cosas, no hay posibilidad de recibirlo.
Iscomar no se ha puesto en contacto con ellos para saber cómo lo están pasando, "ni tampoco la Autoridad Portuaria de Valencia ni el Ministerio".
Los desencuentros entre Iscomar y sus trabajadores son históricos. Durante muchos años, CCOO enviaba mensualmente un preaviso de huelga para poder cobrar los salarios. Incluso la huelga llegaba a realizarse el día indicado o cualquier otro, el asunto era presionar para poder cobrar.

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