El cable que ´enchufará´ la isla con la Península será el segundo más profundo del mundo en corriente continua
MIGUEL MANSO. PALMA. Unos 125 metros de nada han dejado a Mallorca fuera del récord Guinnes. A finales de 2010 un tendido eléctrico hermanará Sagunto y Santa Ponça. Los cables, uno de corriente continua y otro de retorno, descenderán hasta 1.486 metros de profundidad al atravesar la fosa marina denominada Canal de Valencia.
Sólo el enlace entre Italia y Cerdeña, que se sumerge hasta 1.600 metros, superará la conexión mallorquina. En el lecho del barranco marino los cables convivirán a oscuras con peces abisales.
Red Eléctrica de España es la empresa responsable de ´enchufar´ a Balears con la Península. La sociedad dedicada al transporte de electricidad está participada por el Estado en un 20%; el porcentaje restante cotiza en Bolsa. En ningún caso, los accionistas puede superar el 3% de los títulos.
Cuando entre en funcionamiento el tendido, de 400 megavatios y 237 kilómetros de longitud, "el sistema eléctrico balear ganará en calidad y fiabilidad", argumentó ayer el director de la compañía en Balears, Ramón Granadino. La conexión concederá una importante dosis de inmunidad a las islas ante posibles averías de las actuales centrales. En momentos de puntas de consumo en verano, que roza los 1.350 megavatios, aportará al sistema casi una tercera parte de la energía demandada.
El proyecto contempla, además, la construcción de dos estaciones de conversión en los extremos para transformar la corriente alterna que circula por la red terrestre en corriente continua, que es la empleada por el cable submarino. La puesta en marcha de las dos estaciones corre a cargo de la compañía alemana Siemens.
Las empresas encargadas del diseño y colocación de los cables, las multinacionales Nexans y Prysmian, tirarán cerca de 711 kilómetros de semiconductor recubierto de acero y polipropileno. Una vez fabricados, se instalarán en las plataformas giratorias de los dos únicos barcos del mundo capaces de acometer una operación de este calado, el Skagerrak y el Giulio Verne. Este tipo de embarcaciones controla y ajusta su posición con alta precisión gracias al uso del sistema DGPS y a cinco propulsores regulables.
Cada barco carga 7.000 toneladas, capacidad indispensable para tender cada uno de los conductos. El metro de cable en las zonas más profundas pesa casi 30 kilogramos. Si las circunstancias meteorológicas son favorables, los buques pueden tirar hasta 1.500 metros por hora, de manera que su colocación esté lista en un plazo de tres a cinco semanas "si se trabaja con turnos ininterrumpidos", especificó Granadino.
Durante la instalación, un vehículo de control remoto sigue la acomodación del cable para realizar pequeños ajustes de trazado y evitar algunas irregularidades del fondo. Después entra en escena otro robot, el ´Capjet´, encargado de cavar una zanja y enterrar la línea cuando las profundidades son inferiores a 800 metros. Para la excavación, el Capjet lanza potentes chorros de agua que remueven el suelo a medida que avanza. Su ´hermano´ tecnológico, el ´Spider´, nivela el fondo y resulta operativo incluso en pendientes de 35 grados mediante la combinación de un dispositivo de patas articuladas y ruedas motorizadas.
Las obras de este proyecto pionero en España comenzarán a finales de este mismo año -"si no hay retrasos administrativos", según puntualizó Granadino-, de modo que las primeras pruebas de suministro se podrán concretar a finales de 2010.
Para evitar problemas en las actividades pesqueras y en el transporte marítimo que une el levante peninsular y el archipiélago, la instalación se desarrollará durante los meses de invierno en turnos y sin interrupciones, salvo por causas meteorológicas adversas.
La mayor parte del trazado transcurrirá por zonas arenosas. En aquellos espacios donde pueda haber más obstáculos o flora marina protegida, además de sistemas remotos, se trabajará con buzos, según matizó Domingo Estrada, director en España de Nexans.
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