El yate de lujo, ayer en la bahía de Palma. Foto: Loyola Olmedo.
G. R. PALMA. El que fue yate de lujo del millonario Aristóteles Onassis, el Christina O, barco que toma el nombre de su hija, surca las aguas de la bahía de Palma desde el pasado jueves, cuando fondeó en las inmediaciones de Marivent.
El yate, de cien metros de eslora y seiscientas toneladas de peso, ha acogido a lo largo de sus más de cincuenta años de historia a personajes de la talla de Winston Churchill, John Fitzgerald Kennedy, Frank Sinatra o el rey Faruk de Egipto, y en sus camarotes -tiene 18 en total- han dormido mujeres como Marilyn Monroe, Greta Garbo o Liz Taylor. Propiedad de John Paul Papanicolau desde la muerte de Onassis, es un lujo al alcance de unos pocos, ya que aquel permite su alquiler, aunque disponer de él durante un día cuesta los 75.000 euros, y durante una semana, los 500.000.
La embarcación cuenta con una piscina en su interior, con un mosaico que es una imitación del palacio Knossos de Creta y que se transforma en pista de baile apretando un botón. Onassis, el hombre más rico del mundo en su día, llegó a llenar la piscina de langostas para alegrar la estancia de sus invitados.
El salón lapislázuli, que cuenta con una chimenea construida a base de esta piedra preciosa; unos taburetes de piel de testículo de ballena; y grifos y picaportes de oro son algunas de las excentricidades que se pueden encontrar en el yate, que también ofrece biblioteca, un comedor, un gimnasio, peluquería, cuarto de juegos para niños y un jacuzzi en la cubierta. Aún falta citar la joya del yate, que no es otra que la suite Onassis, de 220 metros cuadrados, en la que Aristóteles sedujo a mujeres como Jacqueline Kennedy, Maria Callas o Eva Perón.
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