martes, 30 de junio de 2009

El Salón de Sesiones del Ayuntamiento de Palma

Domingo 28 de junio de 2009

BARTOMEU BESTARD (*) El Salón de Sesiones del Ayuntamiento es el ámbito representativo de los ciudadanos de Palma por excelencia. La fecha de su construcción debe situarse entre 1897 y 1903. Se debe recordar que en 1892 se habían empezado las obras en las Casas Consistoriales, obras que significaron intervenir en profundidad en el antiguo edificio de la Universidad del Reino de Mallorca. Uno de los cambios que había en el proyecto era el de cambiar la ubicación del Salón de Sesiones. Durante siglos los jurados, y más tarde el batle y los regidores, se reunieron en la primera crujía del edificio municipal, es decir, el Salón de Sesiones daba a la plaza de Cort. El ruido ocasionado en la plaza, siempre llena de vitalidad y bullicio, ocasionaba molestias a los regidores durantes sus asambleas. Tanto es así que mientras tenían lugar las sesiones se cerraba el acceso de los carros a Cort mediante unas cadenas. De esta costumbre nos queda la calle que une las plazas de Santa Eulalia y Cort, la cual recibe el nombre de Cadena. Ante esta situación molesta los responsables políticos del Ayuntamiento reivindicaban un cambio de ubicación de la Sala. Por ello Manuel Chápuli, a la sazón arquitecto municipal, a la hora de redistribuir los espacios interiores del edificio, trasladó el Salón de Sesiones a la parte posterior de las casas consistoriales, consiguiendo así una zona más alejada del ruido procedente del exterior.
Según la historiadora del arte Catalina Cantarellas, el diseño del Salón ideado por Chápuli "había tomado como punto de referencia el que desde mediados de siglo había sido uno de los interiores más renombrados con destino semejante. Nos referimos al Paraninfo de la Universidad Central de Madrid". El Salón describe una planta rectangular de ciento treinta metros cuadrados. Se ingresa a través de dos puertas. El testero —resaltado por dos grandes vitrales realizados por los talleres de Casa Amigó de Barcelona— y el resto de mobiliario destinado a los regidores —mobiliario que diseñó Gaspar Bennàzar— describe un espacio elíptico. En la parte superior de los muros se reparten rítmicamente una serie de vitrales, también de la Casa Amigó, mientras que en el techo hay un artesonado policromo, obra de Damià Fontirroig (1896).
La decoración del Salón de Sesiones fue encargada al cronista de la ciudad, Benito Pons Fàbregues. Pons diseñó el programa iconográfico en 1895 y se ejecutó en 1902. Todo el conjunto ornamental de la Sala obedece a la exaltación del antiguo Reino de Mallorca. Esta intención se consigue a partir de la colocación de una parte importante de la colección pictórica de la galería de hijos ilustres de Mallorca, en la cual destaca la representación de Jaime I colocado entre las dos puertas de acceso a la Sala. Esta decoración mediante los retratos, queda completada con la representación de una seria de bustos de personajes ilustres sacados de los diferentes campos del saber y a su vez relacionados también con la historia del Reino. Al mismo tiempo, estos bustos se alternan con los vitrales, los cuales aparecen blasonados con las armas, tanto de los diferentes territorios que conformaron la Corona de Mallorca, como de las dinastías reales vinculadas a Mallorca.
Los personajes representados en forma de busto colocados en el testero son: el cardenal Antonio Cerdà (teología), Jaime I (padre de la patria), Ramon Llull (estandarte en la defensa de la fe de Jesucristo) y Guillem Sagrera (arte). En el lateral izquierdo se representa a Quinto Cecilio Metelo (romanización), Mateu Orfila (medicina), Jafuda Cresques (cartografía), Bonaventura Serra (erudito e ilustrado) y Vicente Mut (ingeniero). En la pared opuesta se encuentran los bustos de Antoni Reus (pintura), Benito Rosselló (música), Edris-el-Ibiçi (poesía), Juan Binimelis (historia) y Jaume Ferrer (marino). En la pared de ingreso se colocaron los bustos del cardenal Despuig y del marqués de la Romana, representantes "del progreso ilustrado y defensa de la patria". Todos los personajes que se hicieron en busto tienen la particularidad de que no poseen retrato en pintura en la galería de hijos ilustres, bien por no haberlo tenido nunca, pues no todos los hijos ilustres tienen cuadro, bien porque su retrato fue pasto de las llamas durante el incendio de 1894. Es el caso del marqués de la Romana, el cual poseía un magnífico retrato, obra de Vicente López, que por desgracia se quemó.
En cuanto a los vitrales —en la actualidad en proceso de restauración— ya se ha dicho que están blasonados con diferentes armas: de los reyes de Aragón y de España; y la de los territorios que en su día conformaron la Corona de Mallorca: Montpeller, el Rosselló, el Conflent, la Cerdanya, también las Islas. Especialmente interesante son los dos grandes vitrales que flaquean el dosel de la testera. En ellos se representan sendos reyes de armas o heraldos —pura imaginación de Benito Pons, pues Mallorca, a diferencia de otros territorios de la Corona de Aragón, jamás tuvo heraldos— imitando a los reyes de armas de la época de los Reyes Católicos. En ellas también se representan los escudos de los pueblos de Mallorca.
En la parte central de la testera se encuentra un dosel de terciopelo rojo, coronado por el escudo de Palma, flanqueado por dos escudos más, de dimensiones mucho más reducidas, correspondientes a Manacor e Inca. Este dosel es fruto de un privilegio otorgado por Felipe V el 12 de octubre de 1717, en virtud del cual se otorgó a Palma voto en las Cortes de Castilla. El dosel —del que sólo podían hacer uso las ciudades que tenían derecho a voto en Cortes— fue elaborado en 1809. Bajo el dosel se sitúa la figura de Jesús Crucificado, obra de Tomàs Vila y el busto del rey Juan Carlos I.

*Cronista oficial de Palma.

Fuente