Por Josep Maria Osma
En la ciudad de Palma, desde hace poco tiempo todavía apellidada “de Mallorca”, no pasa mucho tiempo donde una nueva polémica surja y sea motivo de vertido de ríos de tinta en la prensa local y comidilla de tertulias de bares. Ahora, y en plena orden del día, además de las innumerables obras que hacen de la urbe un queso gruiere, tenemos la del regreso del tranvía y su diseñado controvertido por las principales arterias viarias, y cuyas obras están previstas darles inicio en el 2011. Pero, dejemos para quién o quiénes corresponda resolver ese problema de trazado, y centrémonos en los casi setenta años de vida palmesana de ese medio de locomoción público.
Fue en el año 1890, cuando se fundó en Palma la Compañía Mallorquina de Ómnibus. El ómnibus era una especie de “jardinera” con capacidad para diez pasajeros con fuerza de dos mulas, siendo conocidas con el nombre de Ripper.
A año siguiente, se creó la Sociedad Mallorquina de Tranvías, también a fuerza de sangre, es decir, a mulas o caballos. Esta sociedad obtuvo La concesión de la línea que se iniciaba en el centro de palma finalizando en Porto Pi, donde en La Costa de Ses Rafaletes, lugar hoy en día convertido en un gran centro comercial, se ubicaban sus cocheras y talleres. Esos coche en invierno eran cerrados y en verano descubiertos; en total el rol era de una docena de unidades.
La Sociedad General de Tranvías Eléctricos Interurbanos de Palma, la primera sociedad en incorporar tranvía eléctrico en nuestra ciudad, fue fundada en el 1914. Dos años después se inauguraba, y de forma trágica, la primera línea. Un vehículo, perdió el equilibrio en la calle Conqueridor, a la altura del actual Parlament Balear, rodando hasta la plaza de la Reina matando a un niño.
Una curiosa anécdota de esa primera época de los tranvías eléctricos palmesanos fue, según el escritor Màrius Verdaguer en su La Ciudad Desvanecida, libro publicado en el 1953, la de la mula que era enganchada a los coches tranvieros y con su fuerza los hacía subir hasta la altura del hoy Consell Insular de Mallorca; después, era desenganchada y ella sola regresaba hasta la plaza de la Reina en espera del siguiente tranvía para repetir la maniobra.
Hata el año 1929, se crearon las líneas del Born a la plaza de Mercadal, Porto Pi, Son Roca, Soledad, Pont d´Inca, Coll d´en Rebassa, Plaza de Toros, Génova, Hostalets d´en Canyelles, Rambla, S´Arenal (ya con gasolina), en el 1935 fue inaugurada la línea del puerto comercial, donde hoy en día se pueden observar sobre el suelo restos de vías férreas.
Después de la Guerra Civil (1936-1939), se eliminaron muchos recorridos. En el año 1948, un mortal accidente en el Molinar, hace que se suprima la línea del Coll d´en Rebassa, llegando hasta la desaparición total de los tranvías por de las calles palmesanas en el 1959, dando paso otro medio de transporte público: el autobús.
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