miércoles, 28 de octubre de 2009

El Ministerio se compromete a proteger las aves marinas

Pedro Cáceres | Madrid lunes 26/10/2009

Son 42 espacios que resultan vitales para las aves marinas españolas y acaban de ser inventariados por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife). La entidad ha dedicado cuatro años de trabajo para realizar un proyecto Life financiado por la Unión Europea que tenía como objetivo localizar los lugares más estratégicos para la conservación de la avifauna marina. Estas zonas son conocidas como IBA, del inglés Important Bird Area o Zona Importante para las Aves.

Ayer se presentaron los resultados con la presencia de la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, que hizo público el compromiso del Ministerio para declarar más espacios marinos protegidos. El inventario de SEO será "la clave científica que nos hacía falta", aseguró la ministra, para llevar a cabo esa estrategia.

El fondo de la cuestión es que España tiene muy pocas zonas marinas protegidas. Mientras que en áreas terrestres se han declarado multitud de espacios protegidos en los últimos años, hay un retraso con los mares. Para la ministra, este es un momento "estratégico y clave" para la biodiversidad marina, ya que la publicación del trabajo de SEO coincide con la presentación del anteproyecto de Ley de Protección del medio marino. Además, Espinosa recordó que la próxima Presidencia española de la UE dedicará mucha importancia a los temas relacionados con la sostenibilidad marina.

El estudio de SEO señala que un 5% de las aguas territoriales españolas es de suma importancia para las aves. Esto supone una superficie de 40.000 kilómetros cuadrados. Los 42 espacios clave detectados por el estudio de SEO se encuentran muy repartidos por el litoral. Diez de ellos están en Canarias, ocho en el Cantábrico, ocho en la zona de transición Mediterráneo-Atlántico (entre el mar de Alborán y el golfo de Cádiz) y 16 en el Mediterráneo (de los cuáles ocho están en Baleares).

Faltaba información científica
El presidente de SEO/BirdLife, Eduardo de Juana, destacó la importancia del estudio para llenar un hueco de información científica que se arrastraba desde hace años.

De Juana reconoció que los científicos han prestado atención tradicionalmente a otros grupos, como las grandes rapaces o las aves acuáticas, que eran las protagonistas de las políticas de conservación desde los 70. "De las aves marinas casi no sabíamos nada, pero dábamos por hecho que marchaban bien. Últimamente hemos descubierto que, junto a las aves esteparias, las aves marinas son las que más dificultades están teniendo. De hecho, el 65% de las aves marinas españolas están incluidas en el Libro Rojo de las Aves" [que recoge a especies en riesgo de extinción], afirmó De Juana.

Más de 300 voluntarios, 25 profesionales y 30 entidades de prestigio han participado en las investigaciones. Se han recorrido decenas de miles de kilómetros realizando el estudio de las aves marinas, sus hábitos, sus zonas de nidificación, alimentación y campeo.

Asunción Ruiz, la responsable del proyecto de SEO, destacó la dificultad del reto: "Se trataba de trabajar en el mar, que es un medio dinámico, y junto a ello estudiar un objeto como las aves, también dinámico". El trabajo ha sido muy innovador, como reconocía la propia ministra al alabar los resultados.

Se ha seguido a 27 especies, y a dos de ellas, extremadamente raras y cuya supervivencia mundial depende de las poblaciones españolas, como la gaviota de Audoin y la pardela balear, se les ha realizado un seguimiento aún más exacto al dotar de GPS a algunos ejemplares.

Asunción Ruiz explicó también que las amenazas detectadas fueron la pesca, la acuicultura, y el tráfico marítimo. La creación de espacios protegidos ayudaría a las aves, recordó, pero también a muchas especies que emplean los mismos ecosistemas. De hecho, también beneficiaría a la pesca. Ruiz pidió que la red de espacios aborde la "protección completa" de estas especies mediante una red coherente e integrada.

El presidente de SEO/BirdLife recordó que el estudio ha sido pionero. Es el primero que se realiza en todo el mundo, junto al que ha llevado a cabo Portugal al mismo tiempo que España.

Ahora Grecia, Malta y Francia siguen el ejemplo con iniciativas similares.

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