lunes, 8 de diciembre de 2008

El Queen Elisabeth 2 no volverá

Lunes 08 de diciembre de 2008

Queen Elisabeth 2
Tras su primera visita en 1972, el emblemático buque se despide de los mares con 30 escalas en el Port de Palma

MANUEL R. AGUILERA. PALMA. El célebre trasatlántico británico Queen Elizabeth 2 vuelve a ser noticia al despedirse de los océanos, tras más de 39 años ininterrumpidos de servicio. Después de una espectacular despedida en sus islas, el destino le salvará del desguace convertido en hotel de lujo y centro de ocio en otra isla, en este caso artificial, en Dubai. Un último amarre para un viejo conocido de Palma, pues desde 1972 realizó 30 escalas en su puerto resumidas en cuatro etapas.
En sus inicios, el Queen Elizabeth 2 (QE2) levantaba gran expectación. Varios días antes de su primera visita, el 30 de abril de 1972, todos los medios de comunicación estuvieron anunciando la escala del trasatlántico más grande del mundo. Entonces, la coincidencia de un domingo provocó que el Dique del Oeste se abarrotara de curiosos para ver la inmensa nave, creando un gran atasco desde el Paseo Sagrera. A bordo se organizó un acto con las primeras autoridades locales, los medios de comunicación y agentes de viaje. El señor Cirerol, por entonces secretario de la Junta del Puerto, manifestaba que era "el barco más grande que había visitado Ciutat".

La visita más sonada

El QE2 volvería ese mismo año, consiguiendo desplazar nuevamente una gran multitud para admirarlo, pero su tercera visita, el 10 de abril del año siguiente, sería una de las más sonadas. Fletado para asistir a los actos de celebración del 25 aniversario del Estado de Israel atracó acompañado de grandes medidas de seguridad como nunca se habían visto en Ciutat por miedo a un ataque terrorista. Durante su recorrido había sido escoltado por barcos de la OTAN y a su llegada a Palma fue ubicado en la segunda alineación del dique y prácticamente se paralizó el puerto: desalojaron los buques cercanos e instalaron controles con detectores de metales para cortar los accesos, permitiendo acercarse a poquísimas personas debidamente autorizadas.
Una semana más tarde, el buque volvería transportando 900 jóvenes ejecutivos estadounidenses pertenecientes a la Young Residents Organization, de donde salen los futuros directivos de las grandes empresas americanas. En este caso no hubo problemas de seguridad. Todo lo contrario. Fomento de Turismo, el Ayuntamiento y una delegación del ministerio de Información se ocupó de la recepción del pasaje: al descender fueron transportados en burritos hasta unos autocares que les trasladaron a Son Termens. Allí degustaron una cena típica mallorquina y luego, en el paseo marítimo, se les montó en ochenta galeras para devolverlos al buque. En abril de 1976, en su sexta escala, se repitieron las gran medidas de seguridad, debido al alto porcentaje de pasaje de origen hebreo. En esa ocasión se ofreció por primera vez la opción de empezar el crucero en Palma.

La Guerra de las Malvinas

Tras ser requisado por el gobierno británico durante la invasión de las islas Malvinas del año 1982, el QE2 regresó a Gran Bretaña con cientos de supervivientes de los buques de guerra británicos hundidos, por lo que tuvo un gran recibimiento en el que incluso participó el yate real Britannia. Posteriormente retornó a sus rutas habituales. El 18 de mayo de 1983 llegaba al puerto de Ciutat con nueva imagen por primera vez después del conflicto: el casco pintado de gris y la chimenea con los colores tradicionales de Cunard -rojo como barras negras-, su compañía de siempre. Al siguiente año volvería en su novena escala recuperando su casco oscuro, pero manteniendo en la chimenea los colores clásicos de la empresa.

Nueva máquina

El buque comenzó su tercera etapa, cuando las turbinas de vapor originales, que generaban muchos problemas y consumo, fueron sustituidas por nueve motores diesel-eléctricos. Cunard aprovechó esa reforma para sustituir su chimenea por otra más baja y mejorar toda la acomodación. El buque volvía al servicio en 1987, pero su primera escala en Palma no sería hasta el 17 de octubre de 1989.
Durante la década de los noventa las visitas a nuestro puerto se fueron sucediendo, aunque sin apenas repercusión en los medios informativos. En esa época se sucedieron escalas junto a grandes navíos, como en su visita del 31 de Mayo de 1997 -la número 21- en que coincidió con el portaaviones norteamericano John F. Kennedy y con el portahelicópteros Inchon de la misma bandera, fondeados ambos en la Bahía de Palma.
El 26 de mayo del 1998, gracias a la ampliación de los muelles de Ponent, atracó por primera vez en el Muelle de Poniente Sur (siempre lo había hecho en el Dique del Oeste), cambiando de consignatario, que hasta entonces había sido Schembri. La Agencia Marítima Transhispánica se encargó desde entonces, hasta que, a partir del 20 de mayo del 2000, la consignataria pasó a ser Lantimar.

Las escalas finales

El día 4 de junio del año 2002, realizó la escala más larga que hizo en Palma, casi dos días debido al fuerte viento que impidió realizar la maniobra de desatraque con seguridad. El día 9 de septiembre del mismo año volvió a visitar Ciutat, cuando se constató cómo los tiempos habían cambiado en la evolución de los buques de crucero. En aquella ocasión coincidía con el Constellation, un buque de ultima generación perteneciente al Celebrity Cruises, compañía del Grupo Royal Caribbean. Por primera vez, el QE2 no fue el buque más grande en el puerto, su competidor, con 90.280 toneladas, le superaba ampliamente.
El 15 de mayo de 2006 se convertiría en fecha histórica. En principio debía ser una escala más, pero fue la última en que el buque visitaría Palma. En junio del siguiente año, Cunard anunció la venta del navío a la compañía Istithmar, filial de la empresa Dubai World, para convertirlo en hotel flotante en Palm Jumeirah, una isla artificial en Dubai. Aunque había otra escala prevista antes de la entrega oficial del barco, el 8 de agosto de 2007, el conflicto laboral que había con los remolcadores del puerto de Palma hizo desistir a Cunard de este atraque, sustituyéndolo por uno en Valencia. Una contingencia que impidió que los palmesanos pudieran despedirse de este maravilloso buque.

Fuente